Tres sonetos

I
Si de corrupción hablamos
mi inefable Monsiváis,
las becas que vos gozáis
se vuelven voz de tus amos.

¡Explícalo! ¡Dilo! ¡Vamos!
flamante jijo del máiz,
sabemos que tú la tráis,
corrupto a quien tanto amamos.

¡Acláralo! ¡Explica! ¡Dilo!
¿Cómo se es hombre de izquierda
desde tan corrupto estilo?

Sin que la lógica pierda:
¿cómo se engarza en un hilo
lo que es honor, con la mierda?

II
Naufragando en deterioro
La decencia que desdeñas
es bacín en que despeñas
execras de tu desdoro.

En ausencia del decoro
a los gobiernos que ordeñas
con delectación te empeñas
en mamarles fama y oro.

Cruel enemigo de Cuba
a la que te traes al ráiz,
nadie tu perfil refuta

y que por tu fama suba
mi setentón Monsiváis,
el ser gran hijo de puta.

III
Carlotita, el falso mundo
que te es sustancia, te habita,
en la transa te habilita
haciendo luz del submundo.

El pozo es hondo, profundo,
barragana sabiecita,
habiendo casas de cita
prefieres tu altar inmundo.

Setentón de la ignominia,
al final de tu vendimia
te preguntarán: ¿Qué jáis?

Muy después de esta tu gloria
se va a interrogar la historia:
¿…hubo un pinche Monsiváis?


La Rana Roja Num. 53 Julio-1-08 http://elclubdelossatiricos.blogspot.com/2009_06_01_archive.html

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